MANEJO DE FLOGGER

Manejo de Flogger

Por Marqués Alexander

Iniciemos con definir qué es un flogger. Flogger proviene del inglés flog que significa azotar, por lo tanto ”Flogger” significa azotador, distinguiéndose de los demás como un tipo de látigo con varias colas.

Desde siglos atrás el flogger se ha utilizado como instrumento de tortura donde la única diferencia radicaba en el material y la forma que tenía en sus puntas. Todos solían tener de 8 a 9 colas con un largo de un metro aproximadamente; el material con que se elaboraban era de hueso o madera cubiertas de piel para el mango y las colas eran tiras de piel. El material que se usaba en las puntas era plomo, espinas, huesos y acero; las formas que tenían las puntas también era variada como púas, balines, estrellas o ganchos. Aún hay quienes se atreven a usar este tipo de instrumentos, sin embargo, en la actualidad todo depende del respeto de los límites y uso del sentido común.

En la escena del BDS&M no ha cambiado el uso y los materiales con el paso del tiempo.

Reconocemos como flogger a todo aquél instrumento azotador que posee más de 2 colas; su longitud puede variar al igual que sus materiales de elaboración. Para el mango puede ser metal, madera, hueso, pvc, acrílico, fibra de vidrio, vidrio, policarbonato, plástico o bien puede no tener alma en el mango. La cubierta del mango puede ser de vinil, piel, charol, látex, tela, cota de malla, hule, caucho o cuerda. Las colas pueden ser de vinil, charol, piel plana o redonda, hule, látex, tela, cadena, carnaza, cuero crudo o curtido, cuerda, cable, plástico plano o redondo. Las puntas pueden ser del mismo material que las colas con dobleces y nudos o podemos encontrarle añadiduras para aumentar el peso y, con ello, la velocidad y la fuerza del impacto, como son remaches, cuentas, puntas o balines metálicos y cadenas, todo depende de las necesidades de la sesión.

En cuanto a la cantidad de colas, el protocolo menciona que el flogger de castigo deberá ser de 9 colas (llamado comúnmente gato de 9 colas), los floggers con menor cantidad de colas también son de castigo a diferencia de los que tienen muchas más colas. Lo anterior es debido al impacto que dan: mientras menor sea el área del cuerpo que recibe el azote, más se concentra la fuerza del impacto; por otro lado, cuando mayor sea el área que recibe el azote, éste dispersará su fuerza sobre la superficie.

Los errores más comunes al usar un flogger es azotar zonas que no deseamos golpear. Esto puede deberse a que se usa el vuelo tanto del cuerpo como del brazo, a la posición de la mano que sujeta al mango, así como al peinado de las colas.

No se requiere usar toda la fuerza del cuerpo para dar un azote de mucha intensidad, basta con auxiliarnos de la velocidad y ésta se aprovecha con un juego y balanceo de la muñeca. Dependiendo del flogger podremos hacer movimientos repetitivos verticales, horizontales, circulares y transversales. No con todos los floggers se pueden hacer las mismas repeticiones.

La forma en la cual se sujeta el mango define en mucho el poder azotar en el lugar que deseamos o no. Para esto se debe sujetar con firmeza en el puño pero sin apretar la muñeca, debemos usar un dedo guía el cual le dará una dirección más precisa  al azote (por lo general se usa el dedo índice o el pulgar apuntando hacia las colas del flogger). Con el tiempo se puede desarrollar la destreza de azotar sin necesidad de tener un dedo guía, así como el intercambiar de mano al momento de azotar.

Después de cada azote o serie de azotes debemos revisar que no se hayan enredado las colas del flogger entre sí, ya que podríamos dar un impacto de mayor fuerza innecesariamente o indeseadamente. Al momento de usar un flogger debemos tener toda certeza de controlar el impacto que deseamos realizar.

Hay que tener sumo cuidado con áreas específicas que no debemos azotar como los riñones, coyunturas, cuello y rostro, ya que podemos hacer un daño que no deseamos realizar. Lo mismo sucede cuando nos encontramos con piercings, aretes, collares, etc., ya que se pueden enroscar las colas del flogger.

Por otro lado, el azote debe ser preciso y no colear (esto es que las tiras del flogger den vuelta en alguna parte del cuerpo) ya que al hacerlo duplica su velocidad y aumenta la severidad del golpe.

Existen varias técnicas para azotar. La primera es para calentar la piel y aumentar el umbral de dolor (provocada por la secreción de endorfinas). Esta técnica se lleva a cabo azotando suavemente las puntas del flogger sobre la piel en repetidas ocasiones y posteriormente aumentando la intensidad del azote. Otra técnica consiste en intercambiar la intensidad de los azotes suaves, moderados e intensos. Una tercera técnica se realiza dando un azote conciso y concreto pero rápido. Y una cuarta técnica es dando un azote esperando que las colas caigan por si solas. Cada una de estas técnicas nos darán resultados y sensaciones diferentes.

Una de las cosas a considerar es la continuidad que le damos al flogger después del azote, ya que si no tomamos esta precaución podemos golpearnos a nosotros mismos.

Hay que tener presente con quién usaremos nuestro flogger; si es con una pareja estable podemos tardar tiempo en darle limpieza. En caso contrario, si tenemos varias parejas de juego y las colas se mancharon de sangre o fluidos genitales, debemos lavarlas antes de jugar con otras personas o bien usar ese flogger exclusivamente con la misma persona. El aseo del flogger dependerá del material con el que estén hechas las colas (toallas desinfectantes, alcohol, aceite de calabaza, jabón de calabaza, etc.).

En cuanto al tamaño, existe un estándar de  20 a 30 cm de mango y las colas de 30 – 45 cm (vuelta y media) aunque hay quienes prefieren floggers más largos. En lo que se refiere al peso se dice que lo ideal es que esté equilibrado, esto se verifica colocando la parte distal del mango sobre el dedo índice y el flogger no debe hacerse hacia ningún lado, sino quedarse en el centro balanceado. Claro, el gusto se rompe en géneros.

Para sesionar no sólo con flogger sino con todas las técnicas e instrumentos debemos prevenir cualquier estado alcohólico o farmacológico tanto del dominante como del sumiso.

Como el flogger hace un impacto, inevitablemente rosa la piel. Por esto, en el aftercare debemos considerar usar alguna pomada, aceite o crema humectante.

Aunque a la mayoría nos gusta deleitarnos con las marcas creadas, no debemos interferir con las actividades vainillas del sumiso. Para lo cual podemos usar pomadas (árnica, green marvel etc.), tés, hielo, compresas de agua tibia con vinagre para tratar la piel.

Como dominante, si son tus primeras sesiones puede ser que termines adolorido al día siguiente del hombro, espalda, antebrazo o mano. Para solucionarlo basta con analgésicos y no dejar de practicar.

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