Un deseo hecho práctica

En la búsqueda por alcanzar el placer supremo del orgasmo y la satisfacción, se antepone una gran muralla que abarca infinidad de aspectos, entre los que destacan el tabú y la ignorancia, los cuales fueron creados y alimentados por cuestiones culturales, religiosas, económicas y sociales, provocando la falta de exploración y experimentación de aquellas fantasías más deseadas y prohibidas que guardamos en nuestros pensamientos más obscuros.

Es por eso que hablo de una de las prácticas, que se ha realizado durante años, y que hasta hoy es juzgada y en algunos lados clasificada como perversión: El fisting.

El fisting se considera una práctica extrema que consiste en la penetración con la mano (parcial o total) del ano o vagina. Existen algunas variantes de ésta, siendo una de ellas donde se hace una penetración profunda con la mano hasta el brazo, otra donde se usan los pies o, inclusive, hacerlo uno mismo.

La mayor parte de las personas que lo han hecho coinciden en que sus “primeras veces” ignoraban algunos o varios aspectos importantes de salud y riesgo, debido a la “calentura” del momento, falta de información, etc.

Por lo que si piensan explorar esta práctica o, en su defecto, ya la han realizado, es súper importante que no olviden esto:

  • Para empezar ambas partes deben de conocer el significado y estar de acuerdo con realizarla
  • Es muy, muy importante la relajación, excitación y respiración de la persona pasiva
  • Debes de poner mucha atención en la manicura, ya que deberás tener tus uñas bien cortadas y limadas. Y las durezas que tengas en manos y/o dedos deberán estar bien lisas
  • Tener a la mano guantes de látex de un solo uso (si es anal obligatorio)
  • Necesitarás mucho, mucho lubricante (si es vaginal que sea a base de agua, si es anal que sea oleoso)
  • En caso de que la penetración sea anal, realizar un enema con agua para evitar en lo mínimo el contacto con las heces (a menos de que te agraden)
  • Trata de usar posiciones favorables para la penetración, ya que de lo contrario lastimarás a la persona pasiva
  • Esta práctica se empieza despacio y suave. Primero un dedo, luego otro y así sucesivamente hasta introducir toda la mano y ten cuidado con el pulgar. Recuerda que todo lleva su tiempo y la dilatación de ambas cavidades no son la excepción
  • Para acomodar tu mano, puedes usarla en forma de pico de pato y, ya que esté adentro, deberás girarla para acomodar el dedo pulgar por debajo de todos tus dedos para formar el puño o colocándolo entre el dedo índice y medio formando una “T” (en el alfabeto de lenguaje de señas)

Como en todas las prácticas sexuales existen riesgos y ésta no es la excepción. Algunos de ellos son: desgarres, sangrados, traumas, perforaciones, escoriaciones, contagio de VIH, hepatitis B o C, entre otras. Claro que puedes disminuir considerablemente los riesgos si sigues las medidas necesarias para cuidar de ti y tu pareja.

Sin olvidar que lo más importante es que disfrutes, estés cómodo (o cómoda) con lo que haces, sientes y quieres. Y que ambas partes tengan la confianza, el respeto y el criterio de aceptar un no para evitar un riesgo mayor o en su caso violar la voluntad de alguna de las partes involucradas.

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